El síndrome de Sjögren es un trastorno caracterizado por una inflamación autoinmunitaria y la destrucción de las glándulas lagrimales y salivales. Suele aparecer en adultos. Y los síntomas más frecuentes son ojo seco (sensación de arenilla) y sequedad de boca. Pero también puede aparecer fatiga, dolores musculo-esqueléticos e inflamación de las glándulas salivales. Tal y como explica la Dra. Naon Kim, especialista del Servicio de Oftalmología de nuestro Hospital.
“En el síndrome de Sjögren el sistema inmunitario ataca tus propias células y tejidos corporales por error. En este caso, las glándulas lagrimales y salivales. El cuadro se clasifica como primario cuando existe de forma aislada, y secundario cuando está asociado con otras enfermedades reumatológicas”. Explica nuestra oftalmóloga.
Factores de riesgo del síndrome de Sjögren
Entre los factores de riesgo del síndrome de Sjögren están:
- Aparece entre los 40-50 años.
- Afecta más a mujeres.
- Enfermedad reumática. Es más frecuente en pacientes con artritis reumatoide, lupus, esclerosis sistémica…
Complicaciones
El síndrome de Sjögren puede causar las siguientes complicaciones.
- Oculares. Cómo úlceras corneales y conjuntivitis bacterianas.
- Caries dental en los casos graves sin tratar.
- Esofagitis por reflujo y gastritis.
- Malabsorción debido a insuficiencia pancreática.
- Enfermedad pulmonar, renal y neuropatía.
Diagnóstico
El diagnóstico del síndrome de Sjögren se realiza mediante la detección de anticuerpos específicos en una analítica de sangre. El test de Schirmer (mide la cantidad de lágrima) y tinción con rosa de Bengala, y una biopsia de glándulas salivales menores.
Tratamiento
“No hay un tratamiento curativo para el síndrome de Sjögren. Por tanto, el tratamiento va encaminado a mejorar los síntomas de los pacientes. Para la afectación ocular se utilizan lágrimas artificiales, suero autólogo, tapones lagrimales, lentes de contacto, corticoesteroides o bien inmunosupresores tópicos. También son útiles los estimulantes salivales y la medicación inmunosupresora para controlar la enfermedad sistémica”. Explica la Dra. Kim.
Además, se pueden tomar algunas medidas para mejorar los síntomas y la calidad de vida de los pacientes.
- Evitar ambientes con mucho polvo. Sobre todo el humo del tabaco.
- Reducir la temperatura ambiente para minimizar la evaporación de las lágrimas.
- Emplear humidificadores ambientales.
- Evitar fármacos tóxicos o que tengan como efecto secundario sequedad de las mucosas.
- Parpadear con frecuencia durante la lectura o cuando se utiliza un ordenador o dispositivo electrónico.
Texto validado por la Dra. Naon Kim, médico especialista en oftalmología del Hospital Universitario de Torrejón.